lunes, 26 de noviembre de 2012

DATOS CULTURALES


Costa de Marfil
Es un país ubicado en África occidental. Limita con Liberia y Guinea al oeste; Su capital es Yamusukro y su idioma oficial es el francés.

HISTORIA
La historia propia de Costa de Marfil es virtualmente desconocida, aunque se cree que existió ahí una cultura neolítica. Desde el siglo XVIII, el país fue invadido por dos grupos relacionados con los grupos akan. En 1843-1844, el almirante Bouet-Williaumez firmó tratados con los reyes de las regiones del Gran Bassam y Assinie, poniendo sus territorios bajo protectorado francés.

INDEPENDENCIA
En diciembre de 1958, Costa de Marfil se convertía en una república autónoma dentro de la Comunidad Francesa como resultado de un referéndum que trajo el estatus de comunidad a todos los miembros de la antigua federación de África Occidental Francesa excepto Guinea, la cual había votado contra la asociación. Costa de Marfil se independizó el 7 de agosto de 1960, y permitió que su membresía comunitaria caducara. Estableció la ciudad comercial de Abiyán como su capital.

MAPA DE LA UBICACIÓN DE COSTA DE MARFIL


PROBLEMA GEOPOLÍTICO


“COSTA DE MARFIL, PIEZA CLAVE DEL ÁFRICA OCCIDENTAL”

Resumen de la problemática:
Costa de Marfil  ha pasado de ser considerada el Milagro marfileño  a encontrarse en un proceso de reconstrucción económica y social tras llegar a estar cerca de ser un Estado fallido. El futuro puede deparar que el país vuelva a ser una pieza clave en una región que  mezcla los intereses en el suroeste del Sahel y el corazón del África Occidental y el Golfo de  Guinea. 

Palabras clave:
Ouattara, intereses, Francia, importancia estratégica, locomotora económica.

INTRODUCCIÓN
En África Occidental, en la zona del Golfo de Guinea, se encuentra Costa de Marfil, país que   saltó a los informativos europeos el pasado año por la reciente crisis política sufrida tras las  elecciones presidenciales de finales de 2010. No es un hecho aislado para Costa de Marfil en  la última década ser foco de noticias por motivo de guerras, crisis y conflictos internos que  muchas veces la han convertido para Occidente en uno más de los conflictos africanos.
Sin embargo la historia de Costa de Marfil, país que accedió a la efectiva independencia del  poder francés el 7 de agosto de 1960,  y su papel en la región del África Occidental merece  un espacio aparte. Estos más de 50 años nos hablan de un proceso de relativo éxito como estado independiente y más en comparación con su entorno regional, donde ya era  conocida como la perla de África en la etapa colonial. Considerada como un  sinónimo de  prosperidad provocaba a propios y extraños orgullo y curiosidad sobre la fórmula del éxito.
ANTECEDENTES

LA ERA HOUPHOUËT-BOIGNY
Los primeros 30 años de independencia de Costa de Marfil estuvieron marcados por una  figura preeminente,  Félix Houphouët-Boigny,  presidente del país desde 1960 hasta su  muerte en 1993. En torno a su persona se puede entender el proceso inicial y la importancia  estratégica del país. Fue una de las figuras políticas africanas más importantes en la Francia  de posguerra, llegando a ser diputado en la Asamblea Nacional, ministro de Estado en los  sucesivos gobiernos franceses de los años 50 y signatario de la Constitución de la V  República francesa. Lideró la idea de una unidad política y económica del África Occidental y  en principio abogaba por una autonomía de la región bajo el paraguas francés como  territorios autónomos. Las ansias independentistas de la región le vieron obligado a fomentar y declarar la independencia de Costa de Marfil pero sin dejar de lado a Francia.
Durante su gobierno Houphouët-Boigny mantuvo un aparente equilibrio de poderes internos en el que los distintos grupos étnicos debían estar representados equitativamente; aunque no evitó ciertas desigualdades y confrontaciones interétnicas sí que logró que éstas fueran  de baja intensidad en comparación con las de otros puntos del continente negro.  Recordemos que la división étnica del país incluye a unos 60 grupos que se encuadran en  cuatro grupo principales (akan, mandé, kru y el voltaico o senóufo) más el de los  descendientes de inmigrantes (un 40% de la población).

COSTA DE MARFIL TRAS HOUPHOUËT

A la muerte de Hophöuet-Boigny el escenario político estaba dominado por tras figuras: el que fue inmediato sucesor de Houphouët, Henri Konan Bédié, baoulé del centro del país,  supuesto delfín de Houphouët y que lidera el partido creado por Le Vieux; Laurent Gbagbo,  bété del sur y católico convertido al protestantismo, era el principal líder opositor (vivió en el  exilio en Francia al abrigo de líderes socialistas franceses como Guy Labertit o Jack Lang) y que  ha ejercido la presidencia desde 2001 a 2010. Actualmente se encuentra en La Haya ante la CPI acusado de delitos de lesa humanidad. El tercer actor en liza es el actual presidente Alassane Dramane Ouattara (conocido por sus siglas ADO), musulmán y dioula del norte, que fue el último Primer Ministro de Houphouët-Boigny así como director adjunto del FMI. Estos tres políticos han encabezado la vida política del país hasta nuestros días.

Durante su presidencia Bédié promulgó la llamada  ivoirité, norma por la que se establecía  que los candidatos a presidente solo podrían ser aquellos de padre y madre marfileña  además de hacer una distinción entre marfileños de pleno derecho y los que no. Con ello  buscaba evitar la candidatura de Ouattara y además  de causar una división de  reminiscencias étnico-xenófobas puso la última piedra para las luchas posteriores.


YAMOUSSOUKRO COMO PARADIGMA DE LA SITUACIÓN DEL PAÍS

 La construcción de una nueva capital política en el centro del país, Yamoussoukro, es un  buen ejemplo de lo que pudo ser el país y como se frenó este desarrollo. Fue un deseo de  Houphouët Boigny de establecer, en lo que era una pequeña ciudad, la capital política del  país; un centro político en el centro geográfico. En dicha ciudad se construyeron una serie de  grandes edificios presidenciales y parlamentarios teniendo como símbolo la Basílica de
Nuestra Señora de la Paz, el edificio religioso más grande de la Cristiandad hecho a imagen y  semejanza de la Basílica de San Pedro del Vaticano. Su costo estimado fue de más de 120  millones de euros, consagrada por Juan Pablo II hoy día sufre un estado de mantenimiento ampliamente mejorable.

Como vemos Yamoussoukro se convirtió en todo un símbolo de lo que pudo ser el país y en  lo que acabó por convertirse; una capital política que en realidad no puede ejercer como tal  por la pérdida de recursos que impiden el traslado gubernamental y sobre todo por una  división política apoyada en las armas que paraliza al país.

COSTA DE MARFIL CAMPO DE ACTUACIÓN INTERNACIONAL
Pero el papel de Costa de Marfil en la región y los intereses creados no impidieron, pese a  los intentos de Gbagbo, que la crisis fuera escenario de intereses y actuaciones  internacionales. Desde el comienzo de la guerra de 2002 hasta nuestros días son numerosos  los actores internacionales que toman parte en el conflicto y muestran el juego de intereses en la zona.
Francia se encuentra a la cabeza de todo, protagonista tanto de forma voluntaria como  involuntaria. Con el Acuerdo de Defensa de 1961 el presidente Gbagbo contaba con que las  fuerzas galas le ayudasen a controlar el levantamiento de 2002 pero no fue así. Aunque  Gbagbo fue un férreo opositor de Houphouët y se instaló en el ala socialista africanista  contraria a toda injerencia occidental en el continente al llegar al poder mantuvo, al menos  formalmente, las relaciones y vínculos con Francia y Occidente. Era consciente de que la  economía y por extensión el poder estaban en manos occidentales (empresarios franceses  en los más diversos sectores, multinacionales del cacao, etc,…). La falta de colaboración  francesa interpretada como pasividad, incumplimiento de los acuerdos e incluso  colaboracionismo con los rebeldes fue la piedra de toque para iniciar una política  anti francesa que empezó a preocupar sobremanera al Quaid´Orsay.




PROBLEMÁTICA

LA CRISIS DE 2010

Con este escenario político y esta confluencia de intereses internacionales la situación de  Costa de Marfil se dirigía a la búsqueda de la reconstrucción del país y la estabilidad hasta el  2010. Por los Acuerdos de Ouagadougou se establecía la realización de elecciones  presidenciales que sucesivamente se iban retrasando. Con la presión y financiación de  Francia, EEUU, la ONU y la UE finalmente se convocan elecciones para octubre y noviembre  de 2010 a doble vuelta. No sin apurar hasta última hora la posibilidad de un nuevo  aplazamiento, finalmente tuvieron lugar en medio de una gran expectación continental y esperanza nacional pero en un ambiente de contenida tensión.


A la segunda vuelta pasaron Laurent Gbagbo y Alassane Ouattara (en  alianza con Bédié en el  RHDP y la Comisión Electoral Independiente proclamó vencedor a Ouattara, resultado  certificado por NNUU y numerosos observadores. El Consejo Constitucional, cercano al  presidente Gbagbo, estableció un resultado totalmente contrario al que se agarró Gbagbo  para no aceptar el certificado y apoyado internacionalmente. La situación fue degenerando y  el país se encontró con dos presidentes y dos gobiernos con sus respectivos ministerios en Abidjan, lo cual llevaba la división del país al corazón del mismo y de la región.

La situación provocaba situaciones de todo punto esperpénticas como que Ouattara proclamase como festivo un día y Gbagbo un día distinto, que Gbagbo hiciese llamamientos a pagar los impuestos y trabajar para que la vida siguiese su curso mientras Ouattara llamaba a la huelga, la paralización de las exportaciones y a que nadie pagara impuestos hasta que se hiciese con el control efectivo. La guerra mediática hizo aparición calentando aún más los ánimos.  Gbagbo controlaba la administración físicamente, es decir, las sedes gubernamentales y las fuerzas y cuerpos de seguridad se mantenían nominalmente bajo su control. Mantenía un control de facto sobre las principales fuentes de ingresos del país; las zonas del cacao, los puertos  y  zonas petroleras, las empresas del sector, las sedes bancarias públicas y privadas y la producción eléctrica de la que dependen países vecinos.

Por su parte Ouattara contaba con el reconocimiento internacional de las grandes potencias  occidentales, la ONU, la UE, la CEDEAO y la mayoría de países africanos. También controlaba la firma sobre los movimientos financieros del Estado sobre sus cuentas en la BCEAO. El gobierno de Ouattara se estableció en el Hotel Golf aislado por las fuerzas armadas  controladas por Gbagbo. El hotel dependía para su seguridad y abastecimiento de las fuerzas  de la ONUCI y elementos de la fuerza francesa Licorne. Ello era una más de las declaraciones  de intenciones de la comunidad internacional, que aunque no contaba con el apoyo de  Rusia, sí mostró una gran unidad y decisión de hacer valer el resultado electoral que había validado, con Francia y la UE a la cabeza de esta labor.  La rápida resolución del conflicto era fundamental para numerosos actores implicados. Cada  día que pasaba la paralización política y económica del país dañaba a sus vecinos  económicamente así como planteaba la paralización de inversiones y movimientos económicos nacionales y regionales.
Naciones Unidas y la Comunidad Internacional veían como el calendario africano de  elecciones (que entre 2010 y 2012 afectaba a casi todos los países subsaharianos y sobre  todo a los que estaban saliendo de procesos de crisis políticas internas)  peligraba con el  precedente de un presidente, Gbagbo, que no aceptaba el resultado electoral y se  parapetaba en el poder. Todo un antecedente que podía convertir en pesadilla el cargado  calendario electoral africano.   Mientras las revoluciones árabes tenían lugar y la situación en Libia se complicaba, en Costa de Marfil la situación apuntaba a un enfrentamiento armado total. La diferencia es que en Costa de Marfil la actuación de las potencias occidentales y la ONU  fueron más enérgicas y dinámicas.

LAS PERSPECTIVAS DE COSTA DE MARFIL

 La labor del gobierno de Ouattara es ardua. Sus prioridades pasan por obtener la reconciliación nacional, implantar la seguridad, recuperar la economía y mejorar la gestión gubernamental. Con ello podría recuperar la estabilidad y la senda positiva que abandonó el país en los años 90. Apoyado en su buena imagen internacional y la importancia estratégica del país está consiguiendo numerosos apoyos financieros y políticos con Francia a la cabeza.


La Reforma del Sector de Seguridad es una de las misiones prioritarias17. Sus puntos cardinales serán la unificación de las Fuerzas Armadas, la reforma de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y la desmovilización de los grupos e individuos armados. Durante el desarrollo de la crisis postelectoral Ouattara creó las FRCI.

Inicialmente basadas en las antiguas FAFN conseguir la integración de los elementos de las antiguas FDS y FAFN, la instauración de una rígida disciplina interna, del respeto a la ley y el freno a las actuaciones ilegales y descontroladas de sus elementos es el reto al que se enfrenta su nuevo Jefe de Estado Mayor, Soumaïla Bakayoko, anteriormente Comandante de las FAFN.  Muestra de la importancia que tiene esta área y la decisión de Ouattara de poner orden en las Fuerzas Armadas es que si en el anterior Gobierno el Primer Ministro Soro ejercía también de Ministro de Defensa, en el nuevo Gobierno nombrado el pasado 13 de marzo es el propio Presidente Ouattara el que asume estas funciones.




Sobre la desmovilización de combatientes al final del conflicto armado en abril de 2011 el Programa Nacional de Reinserción y Rehabilitación Comunitaria preveía que son unos 100.000 los ex-combatientes que hay que identificar, desarmar y reinsertar. Esta es una labor fundamental para poner fin a la extensión de grupos armados y el posible renacimiento de enfrentamientos a mediana y gran escala. Las previsiones más optimistas calculan unos 10 años para llevar a cabo esta misión.

En el área de seguridad ocupa un lugar destacado el Acuerdo de Defensa entre Costa de Marfil y Francia. Dicho Acuerdo establece una reducción de tropas francesas en el país por el que de los casi 2000 soldados que hubo en la última crisis de 2010 y 2011 se quedarán unos 300. Ouattara deseaba que se mantuvieran en su número actual pero finalmente el Acuerdo se basará en la cooperación en materia de formación y la lucha contra la piratería marítima,
contra el terrorismo y los tráficos ilícitos así como en el entrenamiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad marfileñas, apoyo a las fuerzas de la ONUCI y la protección de la comunidad francesa en el país. De hecho el asesoramiento francés al actual gobierno en materia de seguridad y defensa ya  es más que notorio18.  Pese a ello Francia ha reincidido en que no piensa colaborar ni entrenar fuerzas que estuviesen implicadas en crímenes de guerra, tanto de un bando como  de otro, advirtiendo con ello claramente a algunos de las fuerzas que han estado bajo bando  de los Comzones de las FAFN.

Tampoco este Acuerdo refleja la intervención y apoyo de tropas francesas ante amenazas  externas contra Costa de Marfil. El contenido del Acuerdo se hizo público tras su firma en  enero de 2012 y las partes expresaron públicamente que no hay cláusulas secretas como en  el anterior Acuerdo. Su renovación se hace poco después de la firma de acuerdos similares  con Togo, Gabón, Camerún, Senegal, República Centroafricana y Comores y en el escenario de una reconcentración de las fuerzas francesas en el continente.

También en esta área destaca la reciente visita del Primer Ministro Soro a EEUU a mediados  de diciembre de 2011. En dicha visita EEUU ha reafirmado la gran importancia que da a  Costa de Marfil y han acordado el envío de un experto militar para asesorar al Gabinete del  Primer Ministro. La Embajadora de EEUU ante la ONU, Susan Rice, ha aseverado el especial  interés estadounidense en colaborar en la lucha contra la criminalidad transfronteriza en la asesoramiento que también está haciendo Marruecos entrenando a fuerzas especiales marfileñas en  territorio marroquí. Esta previsto la próxima firma de numerosos Acuerdos entre Ouattara y Mohamed VI, incluyendo un Acuerdo de Defensa y Seguridad.

También en esta área destaca la reciente visita del Primer Ministro Soro a EEUU a mediados  de diciembre de 2011. En dicha visita EEUU ha reafirmado la gran importancia que da a  Costa de Marfil y han acordado el envío de un experto militar para asesorar al Gabinete del  Primer Ministro. La Embajadora de EEUU ante la ONU, Susan Rice, ha aseverado el especial  interés estadounidense en colaborar en la lucha contra la criminalidad transfronteriza en la región así como en la creación o nacimiento de unas fuerzas de seguridad de carácter
subregional. Soro ha reincidido en la petición de la creación de una Escuela Militar  estadounidense de élite para los países francófonos. Esta visita y sus conclusiones reafirman  que uno de los intereses estadounidenses más importantes en el país es el control efectivo  por parte de Costa de Marfil sobre los movimientos económicos (transacciones comerciales,  uso de los recursos mineros, tráficos ilícitos,…) y poblacionales en sus fronteras.

Paralelamente a la labor de Reforma del Sector de Seguridad el nuevo Gobierno y Asamblea  Nacional deben actuar por la recuperación económica. Ouattara ha planteado un ambicioso  Plan de Desarrollo Económico que prevé que el país doble en 2020 su actual PIB alcanzando  los 38.000 millones de euros e implemente un Plan Nacional de Desarrollo (PND) de 17.500  millones de euros. Para ello depende de la ayuda e inversión internacional y Francia ha sido  la primera en aportar su apoyo.

Como muestra de la buena sintonía política y personal de Ouattara y Sarkozy en enero de  2012 el gobierno galo se comprometió a condonar más de mil millones de deuda del Estado  marfileño con Francia así como a interceder ante el FMI para que éste dé el visto bueno a  una anulación generalizada de la deuda exterior marfileña, pudiendo alcanzar los 4.500  millones de euros. Con ello el gobierno de Sarkozy vuelve a dar un espaldarazo a Ouattara y  así éste podrá iniciar su PND este mismo año invirtiendo 945 millones de euros solo en 2012  para labores urgente de desarrollo, partida de la que se benefician en gran medida empresas francesas.



En los últimos quince años la política marfileña ha contado con un factor impredecible signo  de la inestabilidad y confrontación que ha vivido.  Las elecciones del pasado 11 de diciembre,  boicoteadas por los seguidores de Gbagbo, en las que ha obtenido la mayoría el RDR de Ouattara marcan el siguiente paso a seguir.  Una Asamblea Nacional con una testimonial representación opositora y un nuevo gobierno encabezado por el Primer Ministro Ahoussou Kouadio del PDCI de Bédié sustituyendo a Soro, que pasa a presidir la Asamblea Nacional, son las herramientas para actuar. Conseguir que tomasen posesión y empezasen a trabajar en sus nuevas funciones sin incidentes ni tensiones ha sido el primer éxito.   Como se utilicen estas herramientas en los próximos meses mostrarán si Ouattara, Bédié y Soro continúan priorizando el pragmatismo político en busca de la estabilidad estatal. Las presiones externas para lograrlo son considerables lo cual dificulta pero no impide un distanciamiento de los tres líderes antes citados. Además a nivel interno hay tres factores destacados a tener en cuenta que pueden poner en peligro el proceso de estabilización:

«  La seguridad es todavía el problema prioritario, la situación ha mejorado desde el  verano de 2011 pero siguen dándose numerosos incidentes en los que se ven  envueltas las FRCI, con enfrentamientos en su seno entre ex-FDS y ex-FAFN incluidas.  Los incidentes con muertes y actos violentos de diverso tipo se suceden indicando la  debilidad del proceso de estabilización, reconciliación y reconstrucción y ponen en  duda la capacidad de la FRCI para cumplir con su papel en el proceso.  

«  El papel de los seguidores de Laurent Gbagbo: con su cabeza visible juzgado en la CPI  la situación es variada con líderes como Blé Goudé exiliados, dirigentes como la  esposa de Gbagbo, Simone, encarcelados y numerosos partidarios de vuelta al país  con el beneplácito de Ouattara. Su  capacidad de reorganización está dañada sobre  todo por la ausencia de un nuevo líder claro y los intereses personales de los  numerosos cabecillas. 




«  La inestabilidad al oeste del país: en las sucesivas crisis ha sido la zona con enfrentamientos más sangrientos y violentos del país que más desplazados ha producido en la última crisis. Acoge las milicias más peligrosas, gracias en parte a la  porosidad de la frontera liberiana y el tránsito de mercenarios.  Justo antes de las elecciones legislativas de diciembre de 2011 el presidente Ouattara no pudo visitar la  zona oeste por los problemas de seguridad. Los problemas interétnicos más los dos puntos anteriores confluyen en la zona Oeste del país y hacen que exista una alta  probabilidad de resurgimiento de luchas intercomunitarias que podrían frenar la  estabilización del país.   

«  Con este escenario el presidente Ouattara ha desarrollado una intensa labor diplomática en los últimos meses. Desde Washington a París y desde Casablanca a Bruselas pasando por todos los países de la región, Ouattara ha tratado de recuperar la confianza y colaboración internacional así como los lazos, proyectos e intereses con su entorno geográfico. Esta labor es una de las bases para hacer volver la credibilidad hacia el país, una credibilidad que si va acompañado de avances en la seguridad interna, el buen gobierno y el crecimiento económico hará que la locomotora marfileña vuelva a tirar de sus vecinos devolviéndole el prestigio y la influencia en el África Occidental y el continente.  

BIBLIOGRAFÍA

http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2012/DIEEEO24-2012_CostaMarfil_RosadoFuentes.pdf